Cada semana, los expertos de Maloka realizan una trivia para medir los conocimientos de los lectores acerca de historia, ciencia, geografía, entre otros temas.En esta ocasión, el test habla acerca del impacto de la contaminación en diferentes zonas de nuestro planeta y cómo, desde pequeñas acciones en nuestro diario vivir, podemos reducirlo.
El apego que mostramos a nuestros teléfonos móviles es, en la mayoría de los casos, mínimo porque somos conscientes de que tendrán una corta vida en nuestras manos. En el mejor de los casos, su estancia entre nosotros se prolonga hasta los dos años, aunque terminan siendo desechados en menos de un año por uno más moderno.
Este impulso por la renovación casi instantánea es, para la Comisión Europea (CE), un gesto nefasto para el medio que nos rodea ya que con prolongar la vida de los móviles un año podríamos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en cuatro millones de toneladas anuales. De hecho, para compensar el daño que hace a la naturaleza, los teléfonos móviles deberían durar 232 años.