En sintonía con los llamados commodities –como el petróleo, el oro y el trigo– el agua empezó a cotizarse en el mercado de futuros de la bolsa de Nueva York. El precio del agua fluctuará conforme la oferta, la demanda y un sinfín de variables intangibles que podrán modelar su cotización, como la política y los intereses económicos.
La inclusión del agua como materia prima o bien primario en Wall Street, el centro financiero estadounidense, la asomaban pensadores y osados en la predicción del futuro. Desde el lunes es una realidad y comienza, a pequeña escala, una travesía en el mercado de futuro por su escasez.
Aunque el índice se basa en precios de las principales cuencas fluviales de California, donde la escasez del agua ha aumentado, este valor podrá ser usado como referente para el resto del mundo en los mercados del agua.
El agua se cotiza en bolsa, ¿más precio, más poder?
Aunque más del 70% de la superficie del planeta está cubierta de agua, solo el 2,5% es dulce. De esa cantidad, el 0,5% se encuentra en depósitos subterráneos y el 0,01% en ríos y lagos. Tan limitado y escaso elemento se ve aún más restringido con la explotación desmedida de las fuentes. Además de la contaminación, mal uso y desperdicio causados por la utilización de sistemas de distribución inadecuados e ineficientes.
La carestía ha llevado el agua a la vorágine del mercado de la bolsa para transar su precio. En esta operación bursátil no se cotiza el agua como tal, sino los derechos de su uso a futuro. “Esto siempre ha funcionado de manera informal en todos los lugares del mundo con sistema de riego, también en España”, dijo a El País Gonzalo Delacámara, director de Economía del Agua en el Instituto Imdea.